Joan Claret y Corominas (Barcelona, 1929-2014), fue, en palabras del crítico Alexandre Cirici, «un pintor constructivista puro, un heroico resistente hacia el informalismo».
Aunque realizó algunos cursos de Arquitectura, finalmente se licenció en Filosofía y Letras en 1957 por la Universidad Autónoma de Barcelona y perfeccionó estos estudios en La Sorbona de París; pero su interés por la pintura ya era latente en aquellos momentos. Dos años después, en 1959, consiguió su primera exposición en la sala Gaspar. En los años sucesivos su obra se internacionaliza gracias a una serie de exposiciones en Tokio, Bonn, Sao Paulo y Londres, entre otros. Esta progresiva difusión internacional del trabajo de Joan Claret creció entre los años 1964 y 1965 con la inclusión de su obra en una exposición colectiva itinerante por los Estados Unidos, englobado dentro de los grupos Modern Spanish Painting y Seven Catalonian Artists. Esta presencia entre lo más destacado de su generación es una consecuencia directa de haber ganado, en 1963, el primer premio Joan Miró de dibujo.
Participó en el grupo “0 Figura”, que había capturado la mirada de los críticos con la exposición «0 Figura. Homenaje informal a Velázquez » en la sala Gaspar de Barcelona, en compañía de Tharrats, Subirachs, Vilacasas, Hernández Pijuán …
Los años 80 y 90 justifican su afirmación «mi pintura es como la escritura, se compensa a medida que se va haciendo, todo está relacionado». Así, son años de consolidación y evolución de un lenguaje tan personal como coherente.